lunes, 1 de enero de 2018

46. MONÓLOGO DE LOS EXCESOS, de Yolanda Nava

Mírate, ¡ay si pudieras verte ahora! Te convencerías por fin de que yo tenía razón. Te lo repetí tantas veces. Lo de las comilonas. Lo del tabaco. Lo de trasnochar. Que ya no tenías edad. Que ese ridículo peluquín no podía llenar el vacío de tu cabeza, ni ese descapotable devolverte a los dieciocho. Pero lo tuyo era ir contra el tiempo. Y mírate. Vencido. Frío. Con lo que te gustaba el calor, tostarte para parecer uno de ellos, un guaperas de playa y gimnasio. Si hasta te apuntaste a la moda de los tatuajes, y a mí ni caso, que yo no sé vivir la vida, según tú. Pero mira al final ganó ella, la vida digo, o más bien la muerte, y mírate ahí: rígido, inmóvil. Con ese rictus de asombro que te dejó la última operación estética. Tendré que acostumbrarme al silencio y a pensar cómo gestionar la nueva cifra en nuestra cuenta, porque sí, al final tuviste un golpe de suerte en el casino, lástima que fuese el mismo día que el otro golpe, ese que te ha dejado así, quieto, y a mí así, lamentando tener razón, Mario, porque no me negarás que tenía razón...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.