¡Vete ya! Deja de acosarme y deja de molestarme. No puedo seguir.
Siempre te cruzas en mi camino, me sigues donde vaya. No puedo salir de casa ni tampoco quedar con nadie: siempre estás ahí.
Te odio por dejarme, y por no abandonarme. ¿Qué tengo que hacer para que no me duela? Cinco años han pasado y todavía tu recuerdo escuece.
Y ahora que te necesito no estás…
Te dejo; amanece y aún despierto. Por favor, no vuelvas.
Buenas noches, cariño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.