lunes, 14 de noviembre de 2016

4 - CUENTA DE RESULTADOS, de Ángel Sáiz

Alguien le esperaba impaciente al llegar a casa esa noche. -Dime que no es verdad lo que dicen, que la ropa que vendes no está hecha por niños de Asia esclavizados. -No le hables así a tu padre, gracias a él tienes todos los caprichos –intervino la mujer- Julio, cuéntale algo para que se quede tranquilo –añadió. El hombre, no sin esfuerzo, explicó que si tenía un hueco en el mercado era por ofrecer los mejores precios, que sus proveedores le suministraban género legal, que esos infundios eran cosa de la competencia. El joven se marchó pensativo. Cuando el empresario comenzaba a conciliar el sueño sonó el teléfono. Un agente en turno de noche le dio la noticia. Todas las tiendas de su cadena César Imperio habían sido incendiadas por activistas violentos. Camino de la comisaria, habituado a la búsqueda de soluciones prácticas, su cabeza ya proyectaba argumentos para negociar con la agencia de seguros. Resurgiría muy pronto y con más fuerza. La policía le mostró las grabaciones de las cámaras de seguridad, por si era capaz de identificar a los agresores. El corazón roto le hizo desplomarse. En el suelo pronunció sus últimas palabras: “Tú también, hijo mío”.

3- EL FACEBOOK DE SHAKESPEARE (pronunciado como lo haría mi abuela), de Manuel Vidal

Mucho antes de que las redes sociales inundaran este mundo convirtiendo las experiencias en lo menos importante y en compartirlas urbi et orbi lo más, William Shakespeare inventó la literatura y, sin quererlo, inventó Facebook. Si no sabes expresar lo que has sentido, es que en realidad no lo has sentido, pensó. Y así, dio voz a Hamlet para pintar la venganza en Dinamarca; A Otelo para escarmentarnos de oscuras muertes por mal amor en Venecia; Y a Catalina para todo lo contrario en Padua; A Romeo y a Julieta para saber amar bien y tener que morir amando mal en Verona; A Ricardo III para dibujar la tiranía y además dejarla muy fea y montada a caballo en Londres; A Macbeth para hacernos temblar de ambición y creer en el destino desde Escocia... Si no publicas un post de tus viajes, es que nunca te fuiste de viaje. Salvando las distancias o “dónde va a parar”, como diría mi abuela, claro.