A cada paso siento una presión mayor en la nuca. Sabía que este momento llegaría. Los pensamientos me desbordan. Cuando me gire estaré en su punto de mira y no habrá marcha atrás. Noto cómo se me acelera el pulso. Debo sosegarme. He de darme la vuelta. Dirijo la mirada hacia ese hombre y, con la valentía que puedo reunir, espero a que dispare sus preguntas. El resto de periodistas también me han descubierto. Les haré frente a todos.
Mi pareja ha fallecido en un desgraciado accidente. El duelo no ha hecho más que comenzar. Me interrogan acerca de los rumores que aseguran que atravesábamos una crisis. Creen que soy el responsable de su muerte. Analizo en mi cabeza aquello que voy a decir y respondo mirando fijamente a los ojos. No puedo dar un mal paso.
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