viernes, 26 de enero de 2018

228. AÚN NO MAMA, de Javier Martínez Losa

Espalda contra espalda, dos pasos y uno más. Cuatro segundos que parecen todo un siglo. Silban las cazoletas al chochar con los pasos medidos de baile de los dos oponentes. En disputa, como siempre antaño, una dama, desposada con uno que es teniente, enamorada del otro que solo es pastor de ovejas. Tras un escaso minuto de lances al aire, la punta del marido encuentra firme la aorta del enamorado, el destino es cruel y así lo muestran las lágrimas de la joven, obligada a emparejarse hacia no más de dos semanas con el teniente sin corazón, tal vez por eso es invencible. El duelo lo sufrirá ella cada día que el sol despunte por el horizonte, pero no puede soportar esa idea y al abrazar a su inerte amor encuentra una daga que se clava en el vientre. “ya estoy contigo mi amor, para siempre”. Ese amor es mi madre…ese teniente es la enfermedad…pero no encuentro daga alguna.

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