viernes, 26 de enero de 2018

220. LA RED, de Teresa Vera de la Cruz

Blackanieve observó como el reflejo de aquel fondo negro le devolvía la imagen más cínica de sí misma.
Al darle al clic se le iluminó la cara angelical tras invocar la magia de su negro espejito mientras ofrecía su mejor postura.
El grupo de los Enatantos no tardó en comentar su imagen. Que si eres la más bella del reino, que si estas preciosa, que si patatín patatán...
Era tan fácil como eso; subir una foto suya con la pose más sugestiva y atrevida al Bosquegram para elevar, hasta por encima de la nube, su autoestima minada al verse de nuevo reflejada en el espejo oscuro rectangular y táctil que llevaba siempre consigo en el bolsillo trasero derecho de sus ajustados pantalones.
Y así fue como le robó la popularidad a Madrablanca que intentó por todos los medios y con las mejores herramientas, que su manzana ofrecía, para desbancarla sin conseguirlo. La edad le estaba pasando factura.

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