lunes, 30 de enero de 2017
99 - EL REGRESO DE PRÓSPERO, de Arturo Mora
Milán ya no es lo que era. Sus ciudadanos vagan absortos, encerrando la
vista en la pantalla del maldito teléfono móvil. Viven en las dichosas
redes sociales, y ya nadie va al teatro, ni a los espectáculos de magia.
Han instaurado la democracia pero, gracias a una ingeniosa campaña de
marketing dirigida por mi querido Ariel (que ahora cobra por sus
servicios, y de qué manera), me han votado en masa y sigo siendo el
Duque. Parte del mérito, seamos justos, es de mi antiguo sirviente
Gonzalo, ya que el partido idealista que fundó ha dividido
considerablemente el voto de mis oponentes. Miranda ya se divorció de
Fernando, pero mi ducado no corre peligro: las nuevas leyes permiten que
mi hija lo herede. Aun así la muy desagradecida me deja al cuidado de
mi nieta mientras estudia su Máster en Administración de Ducados. Cómo
envidio a Caliban, sin electores, sin familia, sin preocupaciones; con
la isla para él solo. ¡Y en qué hora me deshice de mis libros!
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