jueves, 26 de enero de 2017

78 - LO QUE TU AMIGO YORICK TE CUENTA, de Manuel Velasco

¿Y tú te apiadas de mi, maldito Hamlet?. Quizás los espejos no hayan sido mis mejores aliados ni la sedas hayan rozado mi piel. Quizás haya comido más centeno que trigo y más tripas que faisán. Quizás mientras tú dormías entre doncellas de piel blanca y jadeos de bambalinas, a mi me acortaban las noches mujeres de grandes cuerpos, pocas vergüenzas y cinturas traviesas. Aquí me ves, un manojo de huesos más, no más. Como lo ha sido su padre rey, como lo serás tú. ¿Y tú te apiadas de mí, maldito Hamlet?. Desgraciado es aquel al levantarse no ve aquello que desea, mal nacido es aquel que para reírse de la vida necesita alguien que le haga cosquillas. ¡Cuantas noches, mientras os reíais de mí, me burlaba yo de vosotros!. ¡Cuantas madrugadas reimos, bailamos, bebimos y nos amamos a vuestra salud en las cocinas de vuestros palacios!. Deja mi craneo reposar junto a mis tullidos huesos y parte a tu mundo, donde la alegría la traen los pobres y la pagan los ricos, donde la muerte os libera de la vida y, a los perdedores, nos igualan a aquellos que duermen en seda y comen faisán.

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