Anoche mataron a un niño, su cuerpo formó una perfecta cruz justo en la
entrada de su casa, nadie supo lo que ocurrió o no quisieron saberlo,
sólo el grito desgarrador de su madre hizo nido entre tanto silencio.
No, pequeño Hamlet, este barrio no está como para desquites y más sangre
regando los asfaltos, prueba en otro tiempo, otro espacio, otro
instante donde tanto rojo sea mera ficción.
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