192. CINCO SEGUNDOS, de Gema Cañas

Bastaron cinco segundos… Y la vida, la fuerza, los planes y la ilusión saltaron por los aires. Y entre el humo, el ruido, y el olor a gasolina solo quedó un cuerpo inerte.
Cinco segundos. 1, 2, 3, 4 y 5…
Y aquella sonrisa llena de luz hizo el equipaje a toda prisa para irse al cielo, y después, una llamada, la peor de las noticias, un grito desgarrador, el mundo hecho pedazos, un millón de lágrimas, muchas preguntas para lograr entender lo que no tiene explicación ni sentido, y un dolor imborrable.
Cinco segundos. 1, 2, 3, 4 y 5…
Y los días dejan de serlo porque ya no sale el sol, y la vida es una noche eterna. Y la vive allí sentada, en aquel porche en el que dibujaban el futuro al final de cada día, y ella le busca detrás de cada estrella, porque así brillaba su sonrisa, y le riñe por fugarse dejando tanto pendiente. Y, en un morse galáctico, las estrellas le hacen guiños y le explican cómo se sigue adelante.
Cinco segundos. 1, 2, 3, 4 y 5…