miércoles, 17 de enero de 2018

121. NOCHE ENMUDECIDA, de Blanca Oteiza

Me retas a un nuevo duelo de palabras. Quieres saber quien es capaz de hablar durante más tiempo. Aquí estamos batiéndonos entre letras que se esfuman en el viento que acaricia las páginas del libro que escribimos de la vida. Rompemos el silencio quebrándolo como la lluvia el charco de la melancolía. La tinta derramada sobre la mesa quedará impresa en nuestros cuerpos por mucho tiempo. Charlamos sin escucharnos, sólo eclipsamos al contrario como la farola a la luna en las horas nocturnas.
En la habitación de arriba los lloros de la pequeña nos hacen callar. Otra noche que desbaratamos su sueño con las palabras convertidas en gritos. Subo a consolarla mientras tú te quedas mirando el cristal de la ventana buscando estrellas en el cielo.
Cuando vuelvo a la planta inferior con nuestra hija en brazos, encuentro una ventana abierta, que me dice, que esta vez te has ido para siempre.

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