122. MIGRANTE DE SUEÑOS, de Blanca Oteiza

Yo no quería duelos, tan solo buscaba sueños en una tierra llena de insomnio. Me encontré gigantes que perseguían a quienes venían de lejos. Hallé rencor donde yo buscaba cariño y tuve que defenderme. Sacrifiqué la libertad para ser perseguido.
Estoy cansado, cansado de caminar desgastando los zapatos, de navegar sin amarrar mi barca a puerto. Las tormentas me engullen, mas no las busco. Corro detrás del sol que cada tarde se me escapa. Allá donde llego me miran raro, como a un animal de feria enjaulado en una bola de cristal. Yo no les quiero quitar nada, tan sólo vender mi alma.
Yo no quería duelos, tan sólo comenzar de nuevo una vez más. Ahora me despojo del recuerdo más cercano para seguir anhelando mi memoria lejana, tan lejana como las gotas de lluvia en el desierto. Salgo en busca de la ciudad dormida, así podré ayudarla a despertar cuando el sol acaricie el horizonte otra vez.